En la actualidad, las aplicaciones sirven tanto para mostrar los hobbies, las pasiones o conocer gente como para conseguir dinero. Este fue el caso de Michelle Hardenbrook, de 70 años, procedente de Louisiana, Estados Unidos.
La mujer, madre de dos hijos, uno de 48 y otra de 45 años, logró convertirse en tendencia en redes sociales, luego de que decidiera abrir un perfil en OnlyFans. Según explicó, gracias a este nuevo “emprendimiento”, logró ganar mucho dinero. Además es muy activa en Instagram, en donde suma 1.772 seguidores.
Antes de incursionar en esta nueva plataforma, Hardenbrook solía trabajar como secretaria, con un sueldo de 6.50 dólares la hora. El rotundo cambio en su vida tuvo que ver cuando la despidieron y se vio sin empleo. Al principio se ofreció para realizar masajes. Lo consideraba una posibilidad para pagar sus gastos. Sin embargo, de a poco tomó la decisión de compartir imágenes y videos de contenido sexual en OnlyFans.
Para la mujer no fue sencillo comenzar a mostrarse de manera sexy en las redes. Sin embargo explicó que deseaba intentarlo y conocer más sobre el mundo digital.
En plena pandemia, sus primeras ganancias estuvieron alrededor de los 30 mil dólares. Michelle se mostró muy feliz y orgullosa por el éxito que había conseguido.
Con respecto a los que la cuestionan por su edad y la necesidad de mostrarse de esa manera en las redes, no duda en responderles y hablar abiertamente del sexo a los 70 años. “Las relaciones sexuales cambian a medida que uno envejece. Hay que hacer ciertos ajustes, pero puede seguir siendo tan satisfactorio, tan placentero y tan divertido. No creo que haya que dejar de hacerlo cuando se llega a cierta edad. Muchas mujeres, sobre todo cuando llegan a la menopausia, lo dejan. Aunque yo no”.
“Siempre fui muy abierta con mis hijos sobre mi sexualidad. Sabían que me masturbaba, aunque desde luego nunca delante de ellos”, dijo en una entrevista con Daily Star.
En todo el proceso de transición debió afrontar no sólo la crítica de quienes no la conocen sino que vivió el duro alejamiento de parte de su familia. Contó que perdió la comunicación con sus seres queridos e incluso desde hace algunos años algunos ya no le dirigen la palabra.
Michelle asegura que su hija, de 45 años, que por diferentes motivos había cortado todo diálogo hace 20 años, hoy estaría espantada por su presente. “Estoy segura de que si se enterara de lo que hago ahora, tendría más excusas para no verme. En su mente, todo lo malo que pasó en su vida es por mi culpa”, dijo.
El que sí la apoya es su hijo de 48 años, quien tiene una discapacidad. Sabe que gracias a la exposición de su madre pueden llevar una vida económicamente sin sobresaltos.