En el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la noche de Navidad no trajo consigo ningún tipo de «concesiones» para los reclusos, quienes, a pesar de la festividad, cenaron el mismo menú de todos los días. En un gesto que busca garantizar que los internos cumplan sus condenas en condiciones ajustadas a la legalidad, el sistema penitenciario ofreció a los pandilleros una cena que refleja la uniformidad de su rutina carcelaria.
Los pandilleros, en su mayoría condenados por delitos tan graves como el homicidio, manifestaron su descontento ante el periodista Roberto Valencia, quien realizó un reportaje especial de Navidad en el CECOT. En declaraciones recogidas por la BBC, los reclusos señalaron que recibieron «lo mismo de todos los días».
«Un puño de arroz insípido, un caldo hecho a base de frijoles y dos tortillas de maíz finitas, de las que se usan para tacos. De bebida, un café ralo… eso mismo comen todos los días, desayuno, almuerzo y cena», detalla el artículo de Valencia.
Según el reportaje, la distribución de la comida es llevada a cabo por reclusos comunes en fase de confianza, que no pertenecen a ninguna pandilla.
El periodista proporciona además una visión detallada de las instalaciones del CECOT, una mega cárcel ubicada en Tecoluca, San Vicente, aislada de la urbanización y a 70 kilómetros de la capital. Con dimensiones colosales de 236,000 metros cuadrados, el centro alberga a más de 40,000 terroristas, evidenciando los desafíos del sistema penitenciario en un país de tamaño reducido.
El reporte destaca la total incomunicación de los reclusos, revelando anécdotas sorprendentes como el desconocimiento acerca de la visita de Lionel Messi y su equipo a El Salvador en enero. Esta revelación subraya la severidad del aislamiento al que están sometidos los internos del CECOT, generando interrogantes sobre las condiciones y derechos en el sistema penitenciario del país.