El Gobierno del Presidente Nayib Bukele continúa trabajando en la reinserción de los privados de libertad como mecanismo para fortalecer la lucha contra la violencia social, y mejorar la seguridad pública en El Salvador.
Los lineamientos dados por el Presidente Bukele definen que todos los reos de centros penales deben de involucrarse en actividades laborales y educativas en el interior de los centros penales, para posteriormente cuando pasen a la fase de confianza puedan brindar su aporte a las comunidades y redimir de alguna manera los daños causados en el pasado a la sociedad.
Ante ello, desde el inicio de la gestión presidencial comenzó a implementarse el Plan Cero Ocio, en el cual se han diseñado programas y actividades que promueven hábitos laborales en los privados de libertad.
De acuerdo con las autoridades penitenciarias, en el interior de los recintos penales del país se ha erradicado por completo el ocio en los privados de libertad. Todos los días los internos participan en talleres de pintura, carpintería, albañilería, corte y confección, entre otros oficios, que les permitirá obtener un trabajo cuando recuperen su libertad.
Además, un promedio de 2,000 reos en fase de confianza sale de los centros penales a desarrollar obras comunitarias para el beneficio de los salvadoreños. Desde la implementación del Plan Cero Ocio, los reos han construido y remodelado 75 sedes policiales, así como centros educativos, parques nacionales, infraestructura militar, y otros.
También han aportado mano de obra en el proyecto habitacional El Espino, de Antiguo Cuscatlán, departamento de La Libertad. La construcción fue desarrollada de manera coordinada con el Ministerio de Vivienda.
A cambio de los trabajos que hacen los privados de libertad el sistema brinda beneficios como establece la Ley Penitenciaria, pero, sobre todo, deben de mostrar el genuino deseo de cambiar, participar y apoyar a las comunidades del país y resarcir su deuda con la sociedad.