La comisionada presidencial para Operaciones y Gabinete de Gobierno, Carolina Recinos, afirmó que El Salvador ha vivido la década más violenta durante «la paz», y que el pacto que puso fin al conflicto armado nunca brindó tranquilidad a los salvadoreños.
Destacó que esta reflexión, abanderada por el Presidente Nayib Bukele, es apoyada por el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, quien, al igual que el jefe de Estado, considera que deben hacerse acciones concretas para alcanzar la paz.
«El Presidente no es cómplice de eso. El reto es superar la hipocresía, la corrupción y el abuso. La población debe tomar con sus manos el timón de la historia y caminar hacia procesos sostenibles de paz; debemos dar castigo y lección a quienes han usufructuado los recursos del Estado», aseguró.
Durante los dos periodos bajo los gobiernos del FMLN murieron 40,000 salvadoreños producto de la violencia; incluso, se registraron días con una cifra de 50 asesinatos a manos de las pandillas.
La comisionada señaló que durante la administración gubernamental del partido de izquierda, el polígono de tiro de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) fue utilizado para que «las pandillas afinaran su pulso para matar a la población», dijo.
«¿Qué hicieron después de este pacto (Acuerdos de Paz) 29 años después? (…) Solo se cumplió una cosa, que el FMLN se incorporara como partido político», lamentó Recinos.
La funcionaria agregó: «Nos situaron como uno de los países más violentos del mundo; pero con el Plan Control Territorial se logró la pacificación», resaltó.
Por las razones expuestas, la funcionaria afirmó que el Presidente Nayib Bukele decidió declarar el 16 de enero como Día Nacional de las Víctimas del Conflicto Armado, y no de unos acuerdos que no han brindado paz al país.
«En estos Acuerdos de Paz hay que dignificar a las víctimas (…) Los acuerdos de paz significan dignificar a la población y hacer una revisión profunda de la historia; es respetar a quienes derramaron sangre y proponernos que no vuelva a suceder», expresó.