Hoy se cumplen tres años desde que el pueblo salvadoreño salió a las urnas a endosar su respaldo al Presidente Nayib Bukele, marcando un hito en la historia del país.
El domingo 3 de febrero del año 2019, cansados del bipartidismo, miles de salvadoreños acudieron desde muy temprano a las urnas a ejercer su derecho al sufragio. La jornada estuvo marcada por diferentes acontecimientos que anunciaban vientos de cambio para el país.
El momento más esperado del día fue la llegada del entonces candidato Nayib Bukele al centro de votación, en medio de ovaciones y muchos abrazos los salvadoreños mostraban su cariño a quien horas más tarde, sería electo como Presidente Constitucional de la República de El Salvador.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ratificó a Nayib Bukele como el nuevo Presidente de la República, con un total de 1,434,856 votos, consolidando una ventaja de 577,772 votos por encima de su contendiente más cercano. Además, obtuvo la ventaja electoral en los 14 departamentos del país, logrando más del 53 % de los votos válidos en ocho de los 14 departamentos.
Su contundente victoria presidencial estuvo antecedida por sus dos gestiones como alcalde. La primera en Nuevo Cuscatlán, un pequeño municipio de La Libertad que adquirió renombre gracias a una nueva forma de gestión municipal.
La segunda fue en la alcaldía de San Salvador, donde también implementó nuevas maneras de desarrollo, de la mano de alianzas público-privadas, que favorecieron a los pobladores capitalinos y cuya obra más notoria fue la recuperación del corazón del Centro Histórico.
En horas de la noche de aquel 3 de febrero, el nuevo Presidente de El Salvador, junto a su esposa y su equipo de trabajo se concentraron en la Plaza Morazán del renovado Centro Histórico, lugar donde empezaría a escribirse una nueva página en la vida de los salvadoreños.
A tres años de esa gesta histórica, el mandatario mantiene altos niveles de popularidad y aceptación de los salvadoreños dentro y fuera del territorio. Según la más reciente encuesta de CidGallup, el 84% de los salvadoreños aprueban la gestión del mandatario, una cifra inedita transcurridos casi tres años de gobierno.