La exreina de belleza Isabella García-Manzo compartió cómo cambió su vida de manera repentina tras ser coronada Miss El Salvador. Recordó que pasó de tener apenas mil seguidores en Instagram a sumar 16,000 en cuestión de minutos, algo que, según dijo, le hizo dimensionar el alcance de su nuevo rol.
“Ese momento trae una gran responsabilidad para mí. Cada seguidor es una persona, un ser humano que puedo influenciar o a quien puedo enviar un mensaje”, expresó García-Manzo.
Sin embargo, la atención también trajo consigo la primera ola de críticas. “Me entregaron el teléfono y fue muy fuerte el momento de ver ese hate. Yo me preguntaba cómo algo tan bonito, tanto esfuerzo y trabajo, podía traer comentarios tan negativos”, relató.
La joven afirmó que el respaldo de sus padres fue clave para enfrentar la situación. “Mi papá me dijo: ‘Necesito que entendás que no tiene nada que ver contigo. Tú siempre vas a tener una familia que te apoya y que sabe tu valor’”, recordó.
García-Manzo destacó que el proceso le permitió crecer y convertirse en un referente para otras jóvenes que atraviesan situaciones similares. “Ahora puedo decir que el hate fue lo mejor que me pasó, porque me hizo la mujer que soy hoy y me dio un mensaje que no sabía que tenía”, afirmó.
También reconoció la influencia de su madre, Natalia Gutiérrez, Miss El Salvador 1994, quien le enseñó a enfrentar las dificultades desde pequeña. “Mi mamá de verdad me enseñó lo que es fuerza, amor y empoderamiento”, aseguró.
Sobre la decisión de participar en el certamen, la reina reveló que incluso tuvo que convencer a sus padres. “Hice una presentación explicando por qué quería ser Miss El Salvador y qué iba a lograr. Les demostré que no era un capricho, sino un llamado que sentía”, comentó.
Finalmente, García-Manzo subrayó que representar al país fue una experiencia transformadora: “Esto no era por Isabella, sino por El Salvador. Tenía la responsabilidad de un país entero y lo asumí con compromiso”.