Como todo emprendedor lleno de sueños, esperanzas y ganas de cambiar el mundo, Ismael Guzmán, nacido en noviembre de 1984, montó su negocio de servicios funerarios en 2014, con apenas 30 años, cuyo nombre comercial denominó Funeraria y Capillas Ismael Guzmán, en honor a su padre quien recientemente había fallecido por causas naturales.
“En ese momento (2014), con un dolor que embargaba mi vida por la pérdida de mi padre, únicamente tenía un millón… un millón de ideas y noventa y nueve centavos en el bolsillo”, son las palabras que ocupó Guzmán para describirnos en ese momento, como se volvió un emprendedor.
Comentó que, a partir de la muerte de Ismael, su padre, quien por larga trayectoria había dedicado gran parte de su vida al servicio funerario en otra empresa, decidió lanzarse al agua, y seguir los pasos de su progenitor a quien le habría prometido honrar su memoria, convirtiendo este negocio en una fuente de ingresos, que no únicamente lo beneficiara a él y su familia, sino también a otros con empleos directos e indirectos.
Fue así como empezó la travesía más caóticamente bonita, la cual según detalló, ha servido para ayudar a otras personas, y hacer de la industria funeraria, más que un negocio, un servicio que permita a las familias dolientes, dar un último adiós a sus seres queridos de la manera más digna.
Guzmán comentó que en los ocho años que lleva su negocio han existido momentos que han vuelto todo cuesta arriba, pero «nunca he dejado de luchar, nunca me he rendido a pesar de las adversidades».
«Somos una empresa de sentimientos y construir verdaderos Homenajes de Vida no ha sido fácil, sobre todo porque nos toca organizar todo en tiempo récord. Normalmente para las fiestas de 15 años, bodas u otras celebraciones se organiza con 15 días o meses de anticipación. Nosotros no, nosotros debemos hacer todo en un par de horas, eso sí, sin perder la idea de honrar el legado de los que ya partieron», increpó el empresario.
A esta fecha, Funerales y Capillas Ismael Guzmán, es líder en atención y servicios de esta naturaleza, profesionalizando sus acciones, llevando un proceso ceremonioso y protocolario en todas las atenciones que se le brinda a las familias dolientes.