Según la revista digital Cultura Colectiva, en 1997 la canción de la agrupación fue una de las más populares y escuchadas del momento, pero no solo tiene una pegadiza melodía romántica, sino que también narra una historia que te hará llorar.
Cuenta la leyenda que el hombre al que Rebeca Méndez Jiménez amó y con quien se casaría zarpó hacía el mar con la promesa de volver, ¿pero qué ocurrió?
Días y noches pasaron y Rebeca, una joven con problemas mentales, esperaba con ansias la llegada de su amado vestida de novia en el muelle de San Blas, pero tristemente, una terrible tormenta arrebató la vida del joven marino.
Años después, su hija Blanca Leticia Suárez Méndez, rompió el silencio y contó la verdadera historia para limpiar el nombre de su mamá.
Aseguró que su mamá no estaba loca, sino que estaba enamorada y dijo: «Mucho se habló sobre mi madre. Lamentablemente, casi todo lo que se dice es mentira. Y, por respeto a ella es necesario que se sepa la verdad de los hechos», relató.
La historia de su progenitora comenzó en Guadalajara, lugar donde creció y donde incluso logró hacerse famosa gracias a su melodiosa voz, pero lamentablemente no pudo disfrutar de ese reconocimiento, pues la vida le arrebató sus sueños con crueldad.
A pesar de la trágica historia, ella volvió a enamorarse y tuvo dos hijos más. Aunque nunca logró cumplir su sueño de llegar al altar.
Pero nuevamente la mala suerte llegó y su amor falleció en un accidente. Fue así como ella comenzó a frecuentar el muelle viviendo de la venta muñecas de tela y fue así como de acuerdo con el mito, habría conocido a Fher Olvera y éste habría decidido inmortalizar el cuento más desolador que le contaran jamás.
Según varios recuerdos locales, Rebeca sí llegó a conocer la canción y se emocionaba cuando la escuchaba. A pesar de ello, Olvera y Rebeca nunca más se volvieron a ver.
Ahora en pleno San Blas hay una escultura que rememora el encuentro. Un homenaje para Méndez, quien murió a los 63 años, en 2012, y en los brazos de su primogénita.