El Salvador se consolida como un referente emergente en la industria de la moda gracias a la iniciativa privada, el talento local y la visión de líderes como Eduardo Zelaya. Con una carrera destacada como embajador de imagen para marcas nacionales e internacionales, Zelaya ha contribuido a que el país tenga una presencia cada vez más fuerte en pasarelas de renombre en ciudades como Las Vegas, Nueva York y Washington.
Para Zelaya, la moda es mucho más que estética; es una herramienta para proyectar confianza y equilibrio personal. «El prestigio comienza en casa. La imagen refleja carácter, pero también debe emanar armonía y autenticidad», señala. Este enfoque lo ha llevado a promover la moda sostenible, que no solo prioriza la calidad y la ética en la producción, sino que también fomenta un consumo consciente y respetuoso con el medioambiente.
El asesor destaca que el estilo va más allá de las tendencias: es una expresión única de la personalidad. Desde la elección de atuendos hasta el cuidado del cabello y maquillaje, Zelaya busca crear conjuntos que equilibren funcionalidad y belleza, elevando la autoestima de quienes confían en su trabajo.
Con miras a 2025, Eduardo Zelaya planea iniciar un proyecto educativo con el objetivo de transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones de diseñadores y estilistas. «Quiero que los futuros talentos de la moda salvadoreña encuentren en esta industria un espacio para innovar, destacar y mostrar al mundo la riqueza creativa de nuestro país», afirma.
La moda en El Salvador está en plena transformación, y figuras como Zelaya lideran un movimiento que no solo redefine la industria local, sino que también coloca al país en el mapa global como un nuevo epicentro de creatividad, ética y estilo.