El alcalde de San Salvador, Mario Durán, y un equipo técnico afinan detalles de la nueva Ordenanza Municipal para el Manejo de los Residuos Sólidos y el Fomento del Reciclaje que se someterá a aprobación del Concejo Municipal próximamente.
El director de Desechos Sólidos, German Muñoz, adelantó que la normativa contemplará medidas coercitivas y en sus artículos establecerá sanciones drásticas a los ciudadanos y empresas que hagan mal manejo de los residuos sólidos en la capital. “Se multará al que bota una bolsita y también al que llega a arrojar desechos con Pick Ups, asimismo a empresas y talleres que no hacen una buena disposición”, enfatizó.
El nuevo reglamento local priorizará la educación ambiental y fomentará disminuir el consumo y producción de residuos sólidos. Para ello se harán capacitaciones en centros educativos, universidades, colonias, comunidades, empresas, entre otras instituciones.
“Vamos a trabajar en la educación para el fomento del reciclaje porque se está dañando el medio ambiente al no hacer una separación adecuada de los desechos. En las capacitaciones se incluirá el llamado a respetar los horarios de recolección domiciliar y a no generar promontorios en las calles”, detalló Muñoz.
La ordenanza está siendo elaborada minuciosamente y “se están contemplando todos los aspectos para que hay concordancia con todas las leyes de medio ambiente y con el Código Municipal”, indicó el vocero municipal.
Además, se continuarán instalando basureros para dar una alternativa a la ciudadanía para depositar los desechos donde corresponde. “Ya se instalaron 500 basureros en paradas de buses y otros puntos estratégicos de alto tránsito para que no se arrojen desechos a las calles porque esto impacta en el sistema de drenajes. Nuestros 1,600 colaboradores seguirán ejecutando planes de limpieza 24/7, que incluyen barrido, recolección y saneamiento”, concluyó.
Durante las lluvias provocadas por el Huracán Bonnnie se recolectaron 150 toneladas de desechos que fueron arrastradas desde las calles a los drenajes y ríos de la ciudad, el 90% de lo recolectado era material inorgánico.