Tres factores que han golpeado fuertemente a la toda la población a nivel mundial, con la pandemia del COVID-19. Las personas adultas han tenido este tipo de trastornos emocionales complejos, que implican también problemas en pensamientos y conductas. Aunque son distintos, presentan ciertas similitudes que pueden ocasionar confusión al intentar distinguirlos.
La pandemia ha resultado estresante para las personas. El temor y la ansiedad con respecto a una nueva enfermedad y lo que podría suceder pueden resultar abrumadores y generar emociones fuertes tanto en adultos como en niños.
Ahora, si sabemos que estos transtornos emocionales han hecho estragos en este lapso de tiempo en donde la pandemia del COVD 19 ha tenido su impacto a nuestro país; Imaginemos lo que está causando y causará con la niñez y juventud en relación a la educación y el ritmo de estudio que se ha implemtado.
Las clases en línea, tareas digitales, trabajos virtuales, entre otros.
Cabe destacar que, si le sumamos la limitante que nuestros niños, niñas y adolescentes no pueden salir de casa, obviamente por el riesgo de contagiarse y que no pueden tener un desarrollo como toda persona a esa edad. El impacto es desesperanzador ya que los casos de estrés, ansiedad y depresión se han disparado en esta clase de personas (estudiantes).
Por tal motivo es urgente y necesario que los niños, niñas y adolescentes entren en una etapa de confianza, comprensión, afecto y cariño de parte de los familiares que viven con ellos.
Es por ello que dedico estas letras para poner suficiente antención y cuidar la salud mental y emocional de nuestros niños, niñas y adolescentes.
Ellos se estan llevando una buena parte negativa de esta situación.
Bendiciones.
Lic. José Adán Alvarado Hernández.