París decretó este lunes, 5 de octubre del 2020, el estado de alerta máxima por el avance de la pandemia de covid-19, lo que conlleva al cierre de todos sus bares, pero sus restaurantes podrán permanecer abiertos, siempre y cuando respeten nuevas medidas sanitarias.
“Entramos en una nueva fase”, declaró en tono solemne la alcaldesa Anne Hidalgo, en una conferencia de prensa en la que detalló las nuevas restricciones que se aplicarán a partir del martes en París y en su periferia más cercana, un territorio de más de 7 millones de personas, para frenar la cadena de contagio.
Además de los bares, considerados como lugares en los que el riesgo de contagio es mayor, permanecerán cerrados los gimnasios y seguirán prohibidos los eventos con más de 1 000 personas, así como las reuniones de más de 10 personas en los espacios públicos.
Los restaurantes, en cambio, podrán permanecer abiertos, siempre y cuando respeten nuevas medidas sanitarias de seguridad, como limitar los grupos de comensales a seis personas y poner un dispensador de gel desinfectante de manos en cada mesa.
El gremio se encontraba inmerso en los últimos días en negociaciones con el Gobierno para evitar un nuevo cierre que, aseguraban, sería fatal para el sector tras el cierre de la primavera.
La alcaldesa de París aseguró que se tomarán “medidas” para evitar quiebras y despidos“, sin dar más detalles. La conservadora Valérie Pécresse, presidenta de la región Ile de France (Paris y otros siete departamentos suburbanos) pidió que el Estado «compense las pérdidas» de los bares.