Los menores empiezan a consumir pornografía entre los 8 y los 12 años, y el consumo se establece como constante entre los 13 y los 17, según los datos más recientes de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
Según el medio español ABC, esto se debe a que la edad de uso de internet, en general, es cada vez más temprana. Y el tiempo dedicado a ello es muy abultado. Datos de Qustodio, plataforma de bienestar digital, indican que los menores pasan una media de 730 horas al año conectados. Si hablamos específicamente de la pornografía, de acuerdo con el informe ‘(Des)información sexual: pornografía y adolescencia’ publicado por Save the Children, casi el 10% de los menores ha accedido a pornografía antes de los 10 años y el 53,8% antes de los 13 años.
Pornografía encubierta
Las etiquetas utilizadas son #youtubenaranja y #youtubeazul y, aunque a simple vista no parece que indiquen una señal de alarma, detrás de cada una de ellas se esconden dos grandes páginas de contenido pornográfico. #youtubenaranja cuenta con un total de 121.3 millones de visualizaciones dentro de la plataforma y hace referencia a Pornhub, una de las páginas de pornografía más grandes que existen. Por su parte, #youtubeazul suma 118 millones de visualizaciones y alude a XXNX vídeos, otra plataforma de contenido sexual.
Esto no significa que TikTok cuente con contenido pornográfico, sino que muchas personas utilizan esta plataforma para llegar a un mayor público o para hacerse publicidad mediante el uso de esos hashtags. El problema es que esto es algo muy complicado de moderar dentro de la aplicación, ya que estas etiquetas están creadas para saltarse los algoritmos de control y pueden ir modificándose a lo largo del tiempo para poder seguir difundiendo este tipo de contenido sin levantar sospechas alrededor de una etiqueta.