En el Centro Industrial y Granja Penitenciaria Santa Ana, los privados de libertad en fase de confianza se encuentran en proceso de rehabilitación, aprendiendo nuevas habilidades que les permitirán integrarse productivamente a la sociedad cuando cumplan su condena.
Los internos se especializan constantemente en el área de maquila, donde confeccionan diferentes prendas. Entre ellas, elaboran uniformes para el personal médico y de seguridad penitenciaria.
Otro grupo de internos que han sido capacitados en tareas agrícolas, trabajan desde muy temprano la tierra donde cosechan diferentes hortalizas. También realizan tareas como el cultivo de tilapias.
Además, reciben capacitaciones en carpintería. Una de las habilidades adquiridas es la elaboración de estaciones para salvavidas, que posteriormente son de utilidad para rescatistas en la zona costera del país.
“Trabajamos en las buenas prácticas penitenciarias con actividades que les permiten a los internos (no pandilleros), servir a la sociedad y prepararse para la futura vida en libertad”, destacó el Director General de Centros Penales, Osiris Luna.