El Ministerio de Cultura celebra que las procesiones de los Cristos y del Santo Entierro de Izalco, Sonsonate, han sido declaradas como Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador por la Asamblea Legislativa.
A solicitud de la Asamblea legislativa, la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural del ministerio atendió la revisión y evaluación de la propuesta presentada sobre la “Declaratoria de la procesión de los Cristos y la procesión del Santo Entierro de Izalco, Sonsonate”.
Dicho documento fue corregido y remitidas sus observaciones a la instancia pertinente, para ser consideradas en la propuesta del decreto de declaratoria, con base al art. 51, “Reconocimiento de los Bienes Culturales”, de la ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador.
Según el decreto, la declaratoria se da “en reconocimiento a la dedicación, devoción y el enorme contenido cultural y de identidad que estas tienen, y que son celebradas por los fieles católicos nacionales e internacionales en la Semana Santa”.
Para la Arquitecta María Isaura Arauz, directora nacional de Patrimonio Cultural, ambas procesiones expresan el sincretismo de una fusión cultural y mezcla religiosa a través de estas manifestaciones.
Durante la Semana Santa, en Izalco, se lleva a cabo la procesión de Jesús Nazareno, que da inicio el Jueves Santo y finaliza el Viernes Santo en la madrugada, acompañada por las imágenes de los trece Cristos, correspondientes a las trece cofradías indígenas mayores, los cuales van decorados con flor de corozo y cargados por sus mayordomos, seguidos de la imagen de Jesús Nazareno, por lo cual es conocida como la procesión de los Cristos y es considerada una tradición centenaria.
En cambio, la tradicional procesión del Santo Entierro de Izalco inicia aproximadamente a las 4:45 minutos de la tarde, del Viernes Santo, partiendo de la parroquia Dolores, y finaliza aproximadamente a las 5:00 de la mañana del día sábado.
En dicha procesión se carga la urna que traslada a Jesús hacia el sepulcro, con un peso aproximado de doce mil trescientas libras (lo que la convierte en una de las más pesadas del país), por lo que la comunidad católica se organiza en grupos conformados por cuarenta y cinco personas cada uno, conocidos como “cargadores”, quienes se alternan durante todo el recorrido.
El decreto entrará en vigencia ocho días después de su publicación en el Diario Oficial.