Con el programa Sembrando Vida, los productores salvadoreños de Jiquilisco han desarrollado una nueva forma de elaborar biofertilizante supermagro en las escuelas de campo; gracias al apoyo de Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la cooperación del Gobierno de El Salvador.
El programa Sembrando Vida, cuenta con el apoyo de la Embajada mexicana en El Salvador, y busca tecnificar a los productores, diversificar sus parcelas y encontrar métodos más amigables con el medioambiente, como la creación de biofertilizantes.
El fertilizante a base de productos orgánicos es una alternativa natural, que busca el cuidado del medioambiente. Además, reduce los costos para los productores.
“Nos sentimos agradecidos por el apoyo, es un proyecto bien diseñado, porque sí ha beneficiado a muchas familias. Hemos aprendido y hoy compartimos el conocimiento”, nos dijo el agricultor Cesar Hernández, beneficiado de la escuela de campo de la comunidad Mata de Piña, Usulután.
En la escuela de campo se elaboran biofertilizantes con productos orgánicos; y se realizan a base de sales y estiércol de ganado, que es la base fundamental. Estos se utilizan para diferentes cultivos que tenemos en campo.