En el año 2002, Videl Antonio Méndez Salazar era docente de un centro escolar en el municipio de Juayúa, Sonsonate, cargo que aprovechó para agredir sexualmente a una de sus alumnas y violarla en reiteradas ocasiones.
De acuerdo con el informe de los tribunales de justicia, Menéndez Salazar comenzó a abusar de la víctima cuando tenía 12 años de edad y continuó haciéndolo durante seis años, hasta que ella cumplió la mayoría de edad.
Durante el juicio realizado en el Tribunal Primero de Sentencia de Sonsonate, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó prueba y testimonio que dieron por válida y se comprobó su culpabilidad.
Por ello, fue declarado culpable y condenado a 26 años y ocho meses de prisión, por los ilícitos de Agresión Sexual y Violación en Menor o Incapaz, continuado.