Los días martes y miércoles han sido muy complicados en la ciudad de Minneapolis, en Minnesota. El brutal asesinato de un hombre de 46 años de edad llamado George Floyd, ha causado indignación en todo el estado y en gran parte del país norteamericano.
Floyd estaba desarmado y fue detenido debido a que intentó pagar con un billete falso de $20 dólares en un restaurante. Después de ser sometido y quedar inconsciente, fue trasladado de emergencias, falleciendo esa misma noche.
La noche del martes, muchas personas dejaron atrás la pandemia del coronavirus, cómo si se tratara de una situación normal, y salieron a protestar en contra de la manera en como la policía trató al afroamericano que evidentemente murió por el sometimiento brutal de la autoridad.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, utilizó su cuenta de twitter señalando que “mi corazón está con la familia de George. Se va a hacer justicia. El FBI y el Departamento de Justicia ya se encuentran investigando el caso”.
Las protestas se han producido en otros estados, en California, un grupo de personas cerraron calles en la ciudad de Los Ángeles y rompieron los vidrios de los autos de la policía de Caminos del estado, esto en manera de protesta por la brutalidad con la que actuó la policía.