Nicolás Maduro, cuyo gobierno ha sido cuestionado internacionalmente por violaciones a los derechos humanos y represión política, calificó la detención masiva como una violación al debido proceso y arremetió contra el Presidente Nayib Bukele.
«Muchachos que fueron a buscar una mejor vida, hoy están secuestrados», expresó, pese a que su propio régimen ha forzado la migración de millones de venezolanos debido a la crisis política y económica.
Durante una sesión de la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el chavismo, el presidente del legislativo, Jorge Rodríguez, calificó el hecho como «uno de los eventos más espantosos, deleznables y vergonzosos» del continente. Sin embargo, organismos internacionales han documentado casos de torturas, detenciones arbitrarias y persecuciones políticas bajo el régimen chavista.
Las críticas del gobierno venezolano surgieron después de la visita de la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, al CECOT.
Noem recorrió las instalaciones y destacó la cooperación entre El Salvador y Estados Unidos para combatir la criminalidad transnacional. En sus redes sociales, agradeció al gobierno salvadoreño por su apoyo en la lucha contra la banda criminal Tren de Aragua, originaria de Venezuela, y vinculada con actividades delictivas en varios países de la región.
El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, también se pronunció sobre el caso, criticando la visita de Noem y afirmando que los detenidos estarían siendo obligados a trabajos forzosos. Cabello, considerado uno de los principales operadores del chavismo, ha sido sancionado por Estados Unidos y otros países por presuntos vínculos con el narcotráfico y la corrupción estatal.
El gobierno de El Salvador no ha emitido una respuesta oficial a las declaraciones del régimen venezolano, con el cual no mantiene relaciones diplomáticas tras las elecciones del 28 de julio de 2024, calificadas por diversos sectores como fraudulentas.