Hace 42 años, el 19 de septiembre de 1982, un deslizamiento devastó el Reparto Montebello y sus alrededores, en Mejicanos.
En menos de 10 minutos, el flujo de escombros descendió desde El Picacho, causando destrucción y numerosas pérdidas humanas.
Este deslave compuesto de piedras, tierra, árboles y agua, cobró la vida de 300 a 500 personas, dejando 2,400 heridos.
Con un volumen de 200,000 metros cúbicos, equivalente al tamaño del estadio Cuscatlán, esta tragedia marcó un antes y un después en la gestión de riesgos.