La Corte de Paz salvadoreña que tras la anulación de una ley de amnistía de 1993 y a petición de la Universidad Centroamericana (UCA), ordenó en 2017 reabrir el proceso en contra de los autores intelectuales de la masacre de los padres Jesuitas en 1989, pero diversos recursos presentados por la defensa retrasaron el comienzo de las diligencias de la Fiscalía General de la República (FGR).
«La Sala de lo Penal revoca la decisión del Juzgado de Paz y declara que el caso en contra de los autores intelectuales no procede», publicó Baulenas en su Twitter.
Además, indicó que «la Sala de lo Penal ordena que no se investiguen a los señalados como autores intelectuales de la masacre», esta decisión, según el letrado, «irrespeta lo resuelto por la Sala de lo Constitucional sobre la Ley de Amnistía».
El abogado, coordinador del Equipo de Procesos de Justicia del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (Idhuca) y querellante en la causa, explicó a la agencia Efe que con lo anterior se ordena «el cierre total del caso, es decir dicen que no proceden la reapertura».
Indicó que ante esta decisión se puede presentar un recurso de amparo pero dijo que «nos debemos de sentar con las víctimas, analizar la resolución y ver qué decisiones tomamos».
La reciente condena de 133 años contra el exviceministro de Seguridad Inocente Montano en España por el asesinato de los cincos religiosos originarios de ese país reavivó las discusiones en El Salvador de la urgencia de reactivar el proceso local, pero esta decisión cambia totalmente el panorama.
En el juicio que enfrentó en España Montano testificaron Lucía Cerna y el teniente retirado Yusshy Mendoza, entre otros.
Cerna es la única testigo ocular del asesinato, quien tuvo que salir de El Salvador tras los asesinatos, y Mendoza fue condenado en este país a 30 años de prisión en un juicio que para la Justicia española fue simulado.
La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en medio de la mayor ofensiva guerrillera registrada durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992), un comando de soldados de elite mató a los religiosos en el campus de la Universidad Centroamericana.
Los jesuitas asesinados fueron los españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Amando López y Juan Ramón Moreno. También murieron junto a ellos los salvadoreños Joaquín López (sacerdote), la empleada doméstica de la universidad Julia Elba y su hija Celina Mariceth Ramos.