El Plan Control Territorial y la Guerra Contra Pandillas han ayudado a que El Salvador se convierta en el país más seguro de América Latina, con altas posibilidades de ser el que tiene menor tasa de homicidios en todo el continente.
Dentro del Plan Control Territorial, la Fase 2, incluye la construcción de un Centro Urbano de Bienestar y Oportunidades (CUBO) en localidades que antes padecían la violencia generada por las pandillas. La Unión Europea (UE) y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han contribuido para construirlos.
El embajador de la UE en el país, Francois Rodoudié, se refirió a la diferencia que ha marcado la estrategia de seguridad del Gobierno. Sus palabras llegaron durante la inauguración de un CUBO en Soyapango.
“Me consta que estos barrios están cambiando. Me consta que la población que sufrió la pérdida de seres queridos (por motivo de la violencia pandilleril) y perdió esperanza, ahora puede levantar la cabeza y ver hacia el futuro”, sostuvo Rodoudié.
Tal como lo prometió el Presidente Bukele, comunidades como las de Soyapango tienen una protección continua de las fuerzas de seguridad para erradicar todo rastro de las pandillas, y adicional a eso, reciben los beneficios de la inversión en educación, salud, infraestructura vial, cultura y deporte.
“La gente convivía con el crimen, pero ¡qué liberación tienen ahora!”, dijo el embajador de la UE. La representante de ACNUR, Laura Almirall, se expresó en líneas similares. “Aprovecho la ocasión para reconocer el compromiso y el trabajo innovador del equipo de la Reconstrucción del Tejido Social”, comentó.
Tanto ACNUR como la UE expresaron su compromiso de seguir aportando al bienestar de los salvadoreños. En este sentido, el Presidente Bukele agradeció el apoyo otorgado. “El país que vamos a tener lo construiremos con ayuda de amigos como la UE y ACNUR”, indicó.