Las esperanzas para lograr una vacuna contra el coronavirus aumentan. Según afirma el diario ‘The South China Morning Post’, un grupo de científicos del país asiático han logrado grandes avances después de que un grupo de monos infectados desarrollara de forma eficaz inmunidad al COVID-19.
Se descubrió que los primates desarrollaron anticuerpos después de ser contagiados con el virus.
Uno de los encargados del estudio, el profesor Qin Chuan, reveló que su equipo infectó a cuatro monos rhesus con cepa COVID-19, y que los animales comenzaron a desarrollar signos de la enfermedad tres días después. Los primates tuvieron fiebre, dificultades respiratorias y perdieron el apetito y peso.
Tras llegar al séptimo día del experimento, sacrificaron a uno de los monos y descubrieron que el virus se había extendido por todo el cuerpo, desde la nariz hasta la vejiga, con daños especialmente visibles en los tejidos pulmonares.
La parte positiva de este estudio sugiere que el sistema inmune luchará contra la enfermedad, algo que choca con la perplejidad de algunos científicos en relación con algunos casos de pacientes que aparentemente están siendo reinfectados con el virus y que este estudio desmontaría.
Esto fue comprobado gracias a los monos restantes, que se fueron recuperando gradualmente hasta dejar de mostrar síntomas. Un mes después del primer ensayo, las radiografías y pruebas mostraron que sus órganos se habían recuperado por completo. Por ello, dos de los primates recibieron de nuevo el virus por vía oral.
Los efectos que sufrieron no pasaron de un aumento de la temperatura y cuando fueron sacrificados, no se encontraron restos del virus en su cuerpo.