“Venezuela se arregló” fue una frase repetida desde el año pasado en ciertos análisis políticos y publicaciones de redes sociales, para vender la idea de que ese país había superado su larga crisis económica. Ahora, los expertos apuntan que aquella noción de mejoría se ha terminado de derrumbar en medio de una nueva recesión.
La economía nacional cayó 7 puntos en el primer semestre de 2023, según el Observatorio Venezolano de Finanzas, que se ha convertido en una referencia independiente ante la falta de data frecuente de organismos oficiales, como el Banco Central de Venezuela.
Ese desplome de la actividad económica se ha traducido en “precariedad” en el consumo y la calidad de vida del venezolano promedio, advierte el economista Luis Crespo.
“Son mayores niveles de pobreza para los venezolanos en un contexto muy difícil de carestía y colapsos de servicios públicos. Atrás quedó la consigna de que ‘Venezuela se arregló’”, comenta el profesor de la U.
Según Crespo, expertos como él no veían alguna variable económica que “pudiera ser sostenible” en el tiempo en medio de un colapso del aparato productivo nacional, inflación elevada e “inestabilidad” del tipo de cambio oficial y de mercados paralelos.
La caída de la actividad económica en Venezuela fue “alarmante” en los dos primeros trimestres del año, según las investigaciones del economista y profesor Carlos Ñáñez.
De acuerdo con sus apuntes, la economía venezolana registró menos 7,6 % entre enero y marzo y menos 6,3 % entre abril y junio. Esas cifras son “una recesión técnica”, que ocurre cuando un país acumula al menos dos trimestres en registros nulos (cero) o negativos, dice.