El Real Madrid lo ha vuelto a hacer. El equipo blanco demostró que es capaz de lo peor y lo mejor en un mismo partido, y lo hizo, una vez más, en la Champions League.
El Santiago Bernabéu fue testigo de la enésima remontada de los suyos en una mágica noche europea. El Borussia Dortmund creía tener el partido en el bolsillo, y con razón: los vigentes subcampeones de la Champions terminaron la primera mitad con un contundente 0-2, que parecía ser la revancha de la derrota sufrida en la final del 1 de junio.
Sin embargo, en el segundo tiempo, todo cambió. El 1-2 llegó tras una precisa asistencia de Kylian Mbappé que permitió a Antonio Rüdiger cabecear a placer en el minuto 60. Después, el empate y el descomunal vendaval llamado Vinícius Jr. dieron la vuelta al partido con una actuación digna de Balón de Oro.
El Madrid golpeó en el momento justo, a falta de media hora, enviando un claro mensaje antes del Clásico: el campeón de LaLiga y la Champions está más vivo que nunca. Dos minutos después del 2-2, el VAR validó un gol de Vinícius tras descartar fuera de juego en una jugada iniciada por Mbappé.
El 3-2 llegó gracias a Lucas Vázquez, que se reivindicó tras su error en el 0-1 del Dortmund. El gol nació de un esfuerzo heroico de Rodrygo, quien salvó el balón en la línea de fondo en el minuto 83, permitiendo que Vázquez disparara con potencia, al más puro estilo Dani Carvajal, imposible de detener para Gregor Kobel. Pero la noche aún reservaba más para Vinícius. En el minuto 86, el brasileño lideró un eslalon desde su propia área, atravesando la defensa rival como un tren bala, para definir con un potente disparo y poner el 4-2 que sentenciaba al Dortmund.
Y por si fuera poco, cerró la remontada con otra obra de arte: tras un caño sublime de Arda Güler, el 7 madridista encaró al portero, recortó con la diestra y definió con la zurda, dejando al Bernabéu en éxtasis. El Real Madrid se lleva una victoria memorable y ya pone su mirada en el Clásico de este sábado.