La Fiscalía General de la República (FGR) logró hacer justicia a favor de dos menores víctimas de agresiones, logrando que los responsables sean condenados a más de 46 años de prisión.
Los abusos iniciaron en el 2014, cuando una de las víctimas tenía 12 años. Estos sujetos salían al encuentro del menor cuando se dirigía a la escuela o a comprar, lo llevaban a lugares solos y aislados donde las agredían.
Al cumplir los 16, la víctima se enteró que su hermano de 12 años también sufría los mismos abusos por parte de los imputados, quienes los amenazaron para que no contaran a nadie lo sucedido.
En el 2022 decidieron interponer la denuncia, logrando que José Concepción Santos García y José Antonio Orellana Ramírez paguen con cárcel sus crímenes.