La implementación de las reformas impulsadas por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele a la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial han dado como resultado un incremento en el número de personas detenidas bajo el cargo de conducción peligrosa.
En ese sentido, el titular del Ministerio de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, aseguró que este aumento se debe a que ahora se considera como conductor peligroso a cualquier persona al volante que haya ingerido cualquier cantidad de alcohol, contrario al escenario previo a las reformas, en el que se toleraban concentraciones de hasta 99 miligramos por decilitro de alcohol en aire espirado.
“En lo que va del mes de enero tenemos 60 conductores peligrosos que han sido detenidos, lo cual equivale a un 43% más con respecto al año anterior”, detalló el titular del Ministerio de Obras Públicas. Los infractores deberán enfrentar un proceso judicial, con la suspensión de sus licencias de conducir y pagar una multa equivalente a $150.
En caso de reincidir en el mismo delito, su licencia será suspendida de forma definitiva. El funcionario también destacó que a partir de estas reformas se ha registrado un descenso en los índices de siniestralidad vial, un resultado que evaluó como positivo. “Tenemos un 20 % de accidentes viales menos que el año anterior”, subrayó el ministro Rodríguez, quien añadió que el número de lesionados en estos siniestros se redujo en un 11 %, mientas que el de fallecidos por esta causa disminuyó un 27 %.
Las reformas a la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial también han sido acompañadas de cambios en el Código Penal que establece sanciones más severas al delito de conducción peligrosa en los casos en que esta provoque percances viales que dejen un saldo fatal: entre 5 y 10 años de prisión para los conductores de vehículos livianos y hasta 15 años para los que conducen vehículo de carga o transporte colectivo.
El Gobierno del Presidente Bukele seguirá siendo el garante que se cumpla la norma de tránsito vigente, para proteger a las familias salvadoreñas.