El Presidente de la República, Nayib Bukele, transfirió este miércoles los $75 millones a las 262 alcaldías, tal como lo anunció el martes pasado; sin embargo, los alcaldes, por medio de la Corporación de Municipalidades de la República de El Salvador (COMURES), ya comenzaron a quejarse de que no pueden utilizar ese dinero para la emergencia por el paso de Eta ni para obras municipales, sino únicamente para atender la pandemia y la “reactivación económica”.
El Presidente ha dejado suficientemente claro que ese dinero pueden utilizarlo las municipalidades para servicios como recolección de basura, además de atender la emergencia por los daños que la tormenta tropical deje en nuestro país, en coordinación con Protección Civil.
No obstante, la estrategia de los alcaldes, en su mayoría de ARENA y el FMLN, es seguir quejándose por la falta del Fondo para el Desarrollo Económico y Social (FODES), para presionar al Ejecutivo en una clara estrategia electoral, a 3 meses de elecciones, ya que ese fondo solo podría utilizarse para emergencias mediante una reforma avalada por la Asamblea, pues son recursos para otros compromisos.
El Gobierno ha dejado claro que este financiamiento debe ser utilizado de forma transparente, pero ante la negativa de usarlos por parte de las municipalidades, y ante la insistencia del pago del FODES, es evidente que los alcaldes requieren de este dinero para otras actvidades.
El Gobierno del Presidente Bukele está autorizado por ley para echar mano de varias fuentes de financiamiento para el pago del FODES, entre ellas los fondos propios del Ejecutivo, los cuales se han visto reducidos ante la necesidad de la remodelación del sistema de salud y otros compromisos por la pandemia, por lo que ha tenido que recurrir a deuda.
En tanto, son los mismos partidos del bloque de oposición los que están retrasando la aprobación de los préstamos, en los cuales se incluye el componente del FODES, pero estos legisladores siguen afectando a sus mismos alcaldes con tal de retener ese apoyo crediticio y hacer quedar mal al Gobierno.