Un desconocido lanzó una bomba e incendió este viernes una imagen de la Sangre de Cristo que lleva 382 años en Nicaragua y que fue venerada por San Juan Pablo II en 1996, cuando se arrodilló y oró a sus pies, durante su segunda visita al país, de mayoría católica.
“Una persona no identificada ingresó a la Capilla de la Sangre de Cristo en la Catedral Metropolitana de Managua, y arrojó una bomba, produciendo un incendio dentro de la capilla, en donde permanece la consagrada y venerada imagen de la Sangre de Cristo y expuesto el Santísimo en su sagrario”, informó la Arquidiócesis de Managua, en un comunicado.
La imagen de la Sangre de Cristo, cuya capilla se encuentra en el costado oeste de la Catedral, quedó totalmente calcinada, pero su estructura soportó en pie, según se pudo observar después de que los bomberos sofocaron el incendio, ocurrido antes del mediodía de este viernes.
La Iglesia católica calificó la acción como “un acto de sacrilegio y profanación totalmente condenable, por lo que debemos permanecer en constante oración, para derrotar las fuerzas malignas”.
Justo ayer, el cardenal Leopoldo Brenes reiteró a los sacerdotes y creyentes que estuvieran atentos y vigilantes en el cuidado de sus capillas, tras las profanaciones ocurridas contra dos parroquias de la Arquidiócesis de Managua.