Por vez primera desde el final del brote inicial de la pandemia, los hospitales italianos vuelven recibir a pacientes afectados por COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo y extraño coronavirus.
Se trata de los primeros enfermos de una segunda ola que Italia ha frenado hasta el momento, y que afecta de lleno a otros países europeos como España y Francia.
De norte a sur, las autoridades italianas han activado sus planes de contigencia, en esta ocasión para anticiparse al virus. Lombardía sigue siendo la región más afectada, con unos 9.000 casos activos aunque el ritmo de contagios empieza a aumentar en el sur.
Contagios que también aumentan en la región de Campania, en donde el uso de la mascarilla en el exterior es obligatorio.