El pasado sábado se firmó un nuevo capítulo en la historia de Estados Unidos. El candidato demócrata Joe Biden junto a Kamala Harris resultaron ganadores de una fiesta democrática sin precedentes en relación a la participación y cantidad de votos.
Para Centroamérica y específicamente para El Salvador, es importante seguir manteniendo esos lazos fraternos entre ambos pueblos y gobiernos. Después de casi 157 años de relación, Estados Unidos se ha convertido en una nación hermana. Hemos sido miles de salvadoreños beneficiados con estas ayudas.
Durante el último año, El Salvador ha fortalecido como nunca antes las relaciones con su socio estratégico y gobierno hermano de Estados Unidos. La pandemia fue el reflejo de esto, recibimos 600 ventiladores que hoy en día siguen salvando vidas en el Hospital El Salvador.
Más allá de la cooperación y la ayuda solidaria que ha demostrado el país del norte, es de recordar que es la tierra que da vivienda y trabajo a millones de salvadoreños. Solo este año el país recibió 4.188 millones de dólares, en la época que el mundo ha vivido una crisis económica profunda.
Hemos dejado atrás aquellos años donde los Gobiernos insultaban a nuestro socio y hermano país. Hoy, con la llegada de Biden, abrimos los brazos a esa nación porque creemos en los mismos valores de democracia, libertad y cooperación.
Por otro lado, para nosotras las mujeres que soñamos con transformar nuestro país desde la política, es inspirador ver a Kamala Harris rompiendo paradigmas, y convirtiéndose en la primera vicepresidenta de la historia de Estados Unidos. Todos estos elementos nos hacen creer y confiar en que se vienen nuevos proyectos y unos lazos de amistad y cooperación solidos como los de los últimos meses.