En una reciente entrevista, la diputada suplente Cesia Rivas, quien también funge como directora general del partido VAMOS, descartó cualquier posibilidad de alianza o bloque legislativo con otros institutos políticos de oposición, en particular con ARENA.
«Nunca estuvo contemplado; al contrario, siempre hemos sido claros en ese tema: no podemos. Y esto no es un tema personal, lo quiero aclarar, no es un tema personal, es un tema de partidos políticos. No podemos hacer alianzas con partidos señalados por corrupción, con partidos que le han hecho mucho daño a mucha gente. Así que no, no vemos esas alianzas, no las vimos antes, mucho menos ahora», expresó Rivas.
Sin embargo, sus declaraciones contrastan con la conducta legislativa de la diputada propietaria de VAMOS, Claudia Ortiz, quien en diversas ocasiones ha votado en conjunto con los diputados de ARENA, Francisco Lira y Marcela Villatoro, acompañando iniciativas de ley y consolidándose, en los hechos, como parte de un bloque opositor.
Ante este señalamiento, Rivas respondió: «Entonces, al final, nosotros [VAMOS] no solo decimos ser diferentes, somos diferentes. No podemos tener prácticas ni esperar que la gente perciba algo distinto si estamos haciendo lo contrario».
No obstante, la bancada de VAMOS, encabezada por Ortiz, nunca ha apoyado las iniciativas en materia de seguridad impulsadas por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele y aprobadas por amplia mayoría en la Asamblea Legislativa. Estas medidas han permitido desmantelar estructuras criminales, recuperar el control del territorio y devolver la tranquilidad a millones de salvadoreños, que durante décadas vivieron bajo el asedio de pandillas.
VAMOS ha optado por abstenerse o votar en contra de proyectos de ley que fortalecen el Régimen de Excepción, una herramienta clave en la reducción histórica de homicidios y extorsiones. En lugar de respaldar estas acciones, han centrado su discurso en una supuesta «mediación» con sectores que el mismo partido ha denominado como «inocentes», sin reconocer el daño causado por las estructuras criminales que controlaron comunidades enteras por años.
Mientras la mayoría de la población respalda los avances en seguridad y libertad de circulación, VAMOS continúa distanciándose de las políticas que han transformado a El Salvador en uno de los países más seguros del continente.