El gobierno de Emmanuel Macron desplegará a 40 mil policías para contener las protestas violentas luego de la muerte de un joven en Nanterre.
Por su parte, las ciudades francesas de Clamart y Compiègne han impuesto toques de queda nocturnos tras los hechos cometidos.
Hasta ahora, 180 personas han sido detenidas y 170 miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos.
Las protestas estallaron después de que un joven de 17 años recibió un disparo en el pecho durante una detención policial.
El agente responsable está en prisión preventiva acusado de homicidio voluntario. Este caso se suma a las recientes crisis sociales que enfrenta el gobierno de Macron.