El Salvador consiguió resistir la crisis mundial de inflación y mantener un ritmo positivo en su economía, según los datos correspondientes con el Trimestre II (abril-junio). Las estrategias del Presidente Nayib Bukele en las áreas económica y social han sido de importante incidencia para estos logros.
El Banco Central de Reserva (BCR) destacó que el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 2.8 % al II Trimestre, como una muestra de resiliencia frente a la crisis de precios altos que ya estaba golpeando a las naciones alrededor del mundo.
De acuerdo con la información recopilada por el Banco, hubo elementos internos que permitieron mantener la variación positiva en medio de las dificultades.
Así, el Banco consignó que son cuatro las condiciones que ayudaron para el dinamismo de las actividades generadoras de riqueza: 1) las mejoras en la seguridad pública, que aumentaron la confianza de las empresas y de los hogares; 2) la promoción exitosa de El Salvador como un destino turístico atractivo; 3) la protección de la capacidad adquisitiva de la población con las medidas de alivio económico que promovió el Presidente Bukele y 4) la continuidad en la lucha contra el COVID-19.
Es decir, las acciones del Estado para acompañar a los hogares y a las empresas han sido determinantes para que, incluso cuando la situación internacional es de dificultades, El Salvador logre seguir con buenos números en su desempeño.
Desde la perspectiva de la producción, hubo un crecimiento notable de la generación de electricidad (15.3 %), de los servicios administrativos y de apoyo (11 %) y de la construcción (10.3 %). De las 19 actividades a las que da seguimiento el Banco, 15 mostraron un cierre positivo al Trimestre II.
Esto tiene coherencia con los registros de empleo formal, ya que son sectores donde hay un alto potencial para crear empleos formales. Asimismo, tiene una estrecha relación con las apuestas que ha hecho el Presidente Bukele, como por ejemplo, el turismo y las obras en los municipios.
Otro dato alentador que compartió el BCR es el aumento del 5.7 % en la inversión y de 11.6 % en las exportaciones, pues es un indicador de que están entrando más recursos frescos a la economía, como señal de confianza. Finalmente, el BCR aumentó en dos décimas la proyección de crecimiento para 2022, en un 2.8 %.