La moneda europea se hundió hasta su nivel más bajo en 20 años, alcanzando una histórica paridad con el dólar. Las dos monedas llegaron al mismo valor este martes, que supone un descenso de 15% del euro en el último año, informaron medios internacionales.
Esto ocurre mientras aumenta el temor en los mercados de una recesión económica en Europa, en un contexto de alta inflación y una creciente incertidumbre sobre la continuidad en el suministro de gas ruso.
Algunos expertos consideran que las recientes subidas de tipos de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) han fortalecido al dólar y favorecido que los inversores se refugien en esta divisa, al tiempo que el riesgo de recesión y las preocupaciones energéticas impulsadas por la guerra de Ucrania pesan cada vez más sobre la eurozona.
Mientras las expectativas en la zona del euro se han desplomado en julio, suben las perspectivas de inflación y un euro débil intensifica más la inflación porque la energía y otras materias primas se pagan en dólares.