El entierro del Papa Francisco, el primer pontífice fuera de los muros del Vaticano desde León XIII en 1903, pone fin a 12 años de un pontificado que transformó la iglesia y la vida de millones de personas.
El todoterreno blanco parcialmente descapotable recorrió las calles de la Ciudad Eterna, pasando frente a lugares emblemáticos como el Coliseo y los Foros Imperiales donde miles de personas contemplaron el paso del cortejo fúnebre.
Al momento que el féretro del Santo Padre abandonó el Vaticano, millones de personas que se encontraban en la Plaza San Pedro rompieron con aplausos y gritos para darle el último adiós al Papa Francisco.
Al finalizar el funeral del pontífice, el cardenal decano Giovanni Battista Re rocía agua bendita e inciensa el ataúd del pontífice argentino.
El rito del entierro del Papa Francisco se desarrolló en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, una ceremonia íntima de 30 minutos presidida por el cardenal camarlengo Kevin Farrell.