La estrategia de prevención y control del COVID-19 implementada por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha sido reforzada ante la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la circulación de, al menos, dos nuevas variantes de COVID-19 que han ingresado en países de América.
Los países que han reportado las mutaciones del coronavirus son: Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Jamaica, México y Perú.
Semanas atrás, se informó que las variantes de COVID-19 estaban relacionadas con el incremento de los casos confirmados en Reino Unido y Sudáfrica y esto se debe a que los científicos descubrieron que una de las principales características de las mutaciones es que son mucho más rápida de adquirir.
La OMS recomienda a los Gobiernos mantenerse atentos ante los rebrotes repentinos de los casos confirmados de la enfermedad y a vigilar constantemente el desarrollo del virus en los respectivos territorios.
El Gobierno mantiene una permanente vigilancia del comportamiento del virus en el país y constantemente hace llamados a la población para continuar con las medidas preventivas y evitar los contagios.
Una parte de la población, sin embargo, está viendo con displicencia la implementación de los protocolos de bioseguridad ampliamente divulgados por el Ministerio de Salud. En las calles se observa gente sin utilizar la mascarilla y muchos que la portan lo hacen de forma inadecuada.
Las autoridades del Gobierno se ven limitadas a pasar de los llamados a otro tipo de acciones preventivas, de hecho, en vista a que el Gobierno fue despojado de las herramientas legales, por decisiones políticas, para ejercer mayor presión entre la población y cuidar de ellos.
Ante la advertencia de la OMS, algunos países han anunciado mayor rigurosidad para evitar la propagación del virus, limitando la movilidad de la población en las calles, imponiendo toques de queda, el uso obligatorio de la mascarilla, regresando al encierro domiciliar por tiempo indefinido.