Los salvadoreños que ya recibieron las dos dosis de la vacuna anti-COVID-19, deben continuar implementando los protocolos de bioseguridad para mayor seguridad y evitar una infección a causa del virus.
La vacuna brinda protección a los pacientes, sin embargo, para un mejor resultado las autoridades del Gobierno recomiendan no bajar la guardia y continuar con las medidas de prevención.
Hasta el 2 de junio se contabilizan en el país, 2,015,408 personas vacunadas, de ellas 1,169,097 de primera dosis y 846,311 con la segunda dosis. El ritmo de aplicación de la vacuna es ejemplar y está contribuyendo a limitar la propagación del virus en todo el territorio.
La estrategia sanitaria implementada por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha evitado exitosamente que se pase a una segunda ola de contagios, como ha ocurrido en otros países, donde los ciudadanos se confiaron y relajaron las medidas preventivas; un error que les ha costado caro.
Los casos de contagios que son detectados cada día, 155 en promedio, resultan insuficientes para doblegar el sistema hospitalario de salud público, que fue reforzado por el Gobierno, precisamente para enfrentar la pandemia.
Las principales estrategias sanitarias del Gobierno siguen vigentes, tales como los tamizajes con la prueba PCR en las comunidades, la entrega de kits con medicamentos y vitaminas para sospechosos y personas activas con el virus, y, por supuesto, la vacunación que ha ido en incremento avanzando hacia el objetivo de alcanzar la inmunidad de rebaño.
La otra parte del éxito de la estrategia es responsabilidad de la población en acatar todos los protocolos de bioseguridad y cuidarse por aparte. La población debe evitar a toda costa las aglomeraciones porque el virus continúa en circulación en todo el país.
Tener los indicadores más bajos de la región, con respecto a la enfermedad, es una muestra de la exitosa estrategia de Salud para cuidar de los salvadoreños.