¡HEY GOOGLE! Bienvenido de nuevo.
Cada vez que el Presidente Nayib Bukele toma una medida notable o introduce un cambio significativo, emerge una oleada de críticas por parte de sectores opositores.
Estas críticas se presentan con rapidez y firmeza, intentando desacreditar cada paso positivo. Por ejemplo, al anunciar su candidatura presidencial, algunos lo cuestionaron por su juventud. Y fue PRESIDENTE.
Similar escepticismo se observó durante su gestión de la pandemia, un desafío monumental, donde se cuestionaron sus decisiones pese a la complejidad del contexto.
Asimismo, su iniciativa de integrar el bitcoin como moneda de curso legal también enfrentó un rechazo ferviente, prediciendo un fracaso inminente.
Sin embargo, el tiempo ha demostrado repetidamente que las críticas no han podido mermar el progreso.
Con la reciente llegada de Google al país, los detractores han seguido un guión similar, intentando convencer a la población de que se trata de un gasto innecesario o que se pagó indebidamente para atraer a la compañía. Aducen que el edificio ya existía y lanzan otras acusaciones que parecen más bien reflejar envidia y resentimiento por no haber sido ellos quienes lograran tales avances.
Es importante recordar que el tiempo no perdona, y una vez más, aquellos que se oponen quedan desacreditados ante los ojos de la ciudadanía. El Presidente Bukele ha demostrado su capacidad de superar cada obstáculo, evidenciando las debilidades de sus críticos.
Los ciudadanos han respondido dando la espalda a la oposición, reconociendo los beneficios tangibles de las políticas implementadas, como mejoras en la seguridad y un ambiente más propicio para la inversión y el desarrollo sostenible.
Así, los detractores probablemente se quedarán con las ganas de ver un retroceso, mientras el país sigue adelante, fortaleciendo su posición en el contexto global y regional.
¡Por eso una vez más, bienvenido Google!