Los dos mil privados de libertad que forman parte del «Plan Cero Ocio», aportan día con día a la sociedad con sus habilidades adquiridas en los diferentes talleres que se ejecutan al interior de los recintos.
“Estamos rompiendo el círculo de violencia, corrigiendo hábitos conductuales y cultivando el espíritu de trabajo en los privados de libertad”, escribió en sus redes sociales, el Director de Centros Penales, Osiris Luna Meza.
A través del Plan Cero Ocio, los privados de libertad de Centros Penales, se suman a jornadas de fumigación que desarrolla el Gobierno de la República en distintos puntos del país con el fin de eliminar los criaderos de zancudos y prevenir enfermedades.
Construyen, no solo estaciones para guardavidas de Protección Civil, sino también su propio futuro para después incorporarse a la vida productiva del país al finalizar su pena en prisión.
Pero no solo es eso, los reos en Fase de Confianza, apoyan en tareas de reparación de infraestructuras de sedes policiales, hospitales, centros educativos, viviendas, entre otras acciones.
Recibir talleres de carpintería, confección de ropa, cocina, imprenta, zapatería, son algunos oficios que les han abierto las puertas a estos reos, que ahora están en fase de confianza y que muy pronto podrán insertarse a la sociedad.
De ahí que, el Plan Cero Ocio es considerado una estrategia integral en el que los reos reciben preparación en diferentes oficios para poder realizar trabajos de utilidad para las comunidades y la sociedad en general.