Patricia Godínez fue oficialmente acreditada como la nueva Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de El Salvador en Finlandia, República con la que el país estable relaciones desde 1967.
«Es un honor poder representar a nuestro país, al Presidente Nayib Bukele y al pueblo salvadoreño ante Finlandia. Agradezco a Dios por la oportunidad de servicio para el bien común y al Presidente por su confianza depositada en mí», apuntó la diplomática, a través de su cuenta oficial de Twitter.
A la vez, reiteró su compromiso por fortalecer la relaciones bilaterales entre ambas naciones, mediante la gestión de cooperación e inversión para el país, en torno a salud, educación, seguridad, medio ambiente, innovación, digitalización, entre otros.
«Trabajaré arduamente en mejorar las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, gestionando cooperación y atrayendo inversiones para beneficio de mi amado El Salvador, en temas prioritarios de nuestro Gobierno, tales como salud, educación, seguridad, medio ambiente, innovación, digitalización, otros. Asimismo, por velar por los derechos y bienestar de nuestros connacionales que ahí residen», puntualizó Godínez.
Sobre Patricia Godínez
Patricia es salvadoreña de nacimiento, educada y formada en Suecia. Es abogada europea con Maestría en Derecho y una reconocida empresaria. También, cuenta con especialidades en derechos humanos, derecho internacional y migratorio; derecho corporativo y empresarial; derecho procesal penal, e impuestos internacionales.
En este sentido, Godínez tiene amplia experiencia profesional: ha trabajo para el Estado sueco como abogada de migración, en la defensa de los derechos humanos de migrantes de diferentes partes del mundo; es exfuncionará del sistema penitenciario, con experiencia en negociaciones jurídicas, liderazgos, relaciones públicas y trabajo político.
Además, ha recibido varios reconocimientos a escala internacional, entre los que destacan: un galardón del Viceministerio para los salvadoreños en el Exterior por ser digna representante de la mujer salvadoreña y por poner en alto nombre de su país en Suecia; un reconocimiento nacional e internacional por haber sido la abogada de María Teresa Rivera, la primera mujer en el mundo que obtuvo refugio por haber sido víctima de persecución jurídica y de género a raíz de la total prohibición y penalización del aborto en El Salvador; y un reconocimiento por formar parte de la Red Mundial de Jóvenes Políticos por su liderazgo y calidad humana.