El ambicioso proyecto plantea riesgos y va en contra de la legislación salvadoreña, que prohíbe prácticas que puedan conducir a la formación de monopolios, según expertos en economía.
En El Salvador, se busca promover una Libertad Económica saludable que no perjudique la competencia justa entre empresas.
La inversión de $60 millones destinada a la instalación de la planta ha generado incertidumbre sobre quién será el verdadero inversionista y quién se quedará con el control de las marcas, así como si estas marcas pasarán a ser de origen guatemalteco. Además, preocupa que no se haya mencionado la procedencia de este capital millonario.
CBC, socio de Ambev Centroamérica, actualmente asume la importación, mercadeo y distribución de la marca en el país.
En el sector cervecero, la preocupación radica en la actual concentración económica, que representa uno de los principales desafíos en el mercado salvadoreño. Esta situación cobra mayor relevancia en un momento en el que el gobierno busca fomentar la competencia y garantizar que los salvadoreños puedan adquirir productos a precios justos.