Los registros contables del Grupo Radial Samix, empresas del expresidente Elías Antonio Saca y su esposa Ana Ligia de Saca, fueron manipulados para hacer creer que los fondos públicos que se inyectaban era parte de las ventas de publicidad.
Dos testigos bajo régimen de protección declararon ante el Tribunal Cuarto de Sentencia como la Sociedad Tóchez Fernández utilizaron a una ama de casa, un taxista y un trabajador de construcción para que representaran a las sociedades Rivero Crespín Inversiones y Sociedad Marketing and Service de Centroamérica y que servirían para facturar dinero «supuestamente de Grupo Samix».
Saca quería mostrar que las empresas del Grupo Samix, tenían suficientes ventas, cuando según el testigo, los ingresos provenían de presuntamente de una fuente ilícita.
Entre las sociedades que el testigo con régimen mencionó fue la Sociedad Rivero Crespín Inversiones y Sociedad Marketing and Service de Centroamérica, que funcionaba como facturadoras y realizan el cobro de deuda externa, de modo que servía para justificar el dinero que llegaba a Grupo Samix, pero que se presume provenía de la Casa Presidencial.