El diario de Venezuela «La Nación» da cuenta de la muerte de los cinco integrantes de una familia por coronavirus, después de que la madre ocultara durante algunos días su propio contagio de Covid-19. El hecho se produjo en la región andina de Táchira, a unos 800 kilómetros de Caracas, en dirección sudoeste.
Dos pruebas rápidas realizadas a mediados de diciembre pasado en el Centro de Diagnóstico Integral confirmaron el caso positivo de Verónica García. Sin embargo, la mujer prefirió limitarse a decir a sus allegados que padecía «una gripe muy fuerte».
La paciente inició un tratamiento con un médico privado, aunque decidió no dar mayores explicaciones acerca de su situación real a su esposo -José Antonio Gómez, de 33 años- ni a sus hijos Nicol -de 17 años-, Jhoneider Stiven y Jhoneiker Emanuel, ambos de 4 años.
El 27 de diciembre, el padre de los niños asistió a una celebración realizada en el municipio Andrés Bello. «Las fiestas están prohibidas, pero asistieron una veinte o más personas. Tomó licor y habló con amigos, cuando recibió una llamada telefónica, en la que su esposa le dijo que regresara a casa, que no compartiera con nadie porque ella tenía Covid y él podía estar infectado», relató su cuñada, Mariela García.
Mientras la salud de Verónica empeoraba y los profesionales ordenaban su internación, los primeros test realizados a los menores tuvieron resultados negativos. Pero el 16 de enero también fue hospitalizado su marido, quien murió tres días más tarde. Poco tiempo después, los efectos d ela pandemia alcanzaron a la hija del matrimonio.
Según detalló Mariela García, «lo mismo sucedió con los dos mellizos, que ingresaron a la clínica por neumonía. Sin embargo, primero falleció la adolescente y luego, el 27 de enero, perdieron la vida sus hermanos mellizos.
Este sería otro caso a nivel mundial que, en un primer momento, se toman la mortal enfermedad como algo pasajero. Las autoridades han pedido no dejar para después cualquier síntoma.