Organismos internacionales y varios países de la región han dado la razón a las medidas sanitarias que el Presidente Nayib Bukele impulsó, desde antes de que fuera declarada la pandemia el 11 de marzo de 2020, las mismas que fueron frenadas y criticadas ciegamente por la oposición legislativa en detrimento de la salud y la vida de los salvadoreños.
«A un año del inicio de la cuarentena…El 11 de marzo de 2020, nadie se imaginaba todo lo que tendríamos que pasar. Tampoco que El Salvador se convertiría en un ejemplo. Nadie se imaginaba que trabajando por cada salvadoreño, hasta de la peor de las crisis saldríamos adelante», destacó el mandatario salvadoreño en su cuenta oficial de Twitter .
Pese al bloqueo contra el financiamiento para construir el Hospital El Salvador, el Gobierno continuó con su estrategia de dar al país un centro hospitalario de primer nivel, que fue inaugurado en junio de 2020 y que ha permitido la recuperación de casi 4,000 personas. Ahora el hospital es puesto como ejemplo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Meses previos, los partidos que fueron rechazados por la ciudadanía el 28F exigían al Gobierno levantar un hospital carpa, que en muchos países no funcionaron para brindar una verdadera atención a los pacientes graves y críticos por COVID-19.
Además del hospital, la reconstrucción de toda la red hospitalaria pública que administraciones anteriores dejaron destruida, así como la compra de insumos de forma oportuna y el acceso a la cooperación internacional, entre otras acciones, han generado que la OMS reconozca que el país hizo un manejo integral de la pandemia.
Sin embargo, los diputados opositores, en una actitud desesperada y de carácter electoral, llegaron a sostener que una organización apolítica y global como la OMS estaba haciendo campaña en favor del Presidente Nayib Bukele al reconocer la importancia del Hospital El Salvador y el trabajo del Gobierno en materia sanitaria.
Luego de eso, criticaron ferozmente la logística que el Gobierno montó de forma articulada para construir las cabinas de vacunación, y acusaron al Ejecutivo de improvisar las acciones, en un contexto donde todos los países se enfrentaban a un panorama incierto por el inestable comportamiento del virus.
A la vez, intentaron retirar del presupuesto el financiamiento para la compra de la vacuna y los fondos de los preparativos para su aplicación. Contra todo eso, el Gobierno ha garantizado la cadena de frío en las modernas instalaciones del Centro Nacional de Biológicos (CENABI), donde antídotos anti COVID están en condiciones de ultra congelamiento, contrario a las refrigeradoras oxidadas y destruidas que dejaron gobiernos anteriores.
El Salvador, además, ha sido seleccionado entre cuatro países de Latinoamérica para recibir las vacunas del sistema COVAX, cuando los partidos opositores dijeron de forma malintencionada que El Salvador había sido dejado por último para recibir este beneficio. Esto sumado al enojo y frustración que mostraron varios legisladores ante la llegada del primer lote de inmunizaciones el pasado 17 de febrero, el cual fue comprado por el Gobierno directamente a la farmacéutica AstraZeneca. Ayer (jueves) llegó el segundo lote de vacunas, este es del programa COVAX.