El nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, iniciará su primera gira oficial por América Latina este mes, con El Salvador como una de las paradas clave en su recorrido. Rubio visitará otros países de la región entre los que se mencionan Guatemala, Costa Rica, República Dominicana y Panamá.
La visita, que podría realizarse la próxima semana y extenderse hasta principios de febrero, forma parte de una estrategia renovada de política exterior bajo la administración del presidente Donald Trump, centrada en abordar la migración irregular y reforzar los lazos estratégicos con la región.
Rubio, quien se ha convertido en el primer secretario de Estado de origen hispano, ha señalado que América Latina es “donde vivimos” y que su administración no descuidará los vínculos con los países vecinos. Según Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, “tratar con los países vecinos es vital para atajar la migración, fortalecer las cadenas de suministro y promover el crecimiento económico, objetivos esenciales para unos Estados Unidos fuertes y seguros”.
Durante su estadía en El Salvador, Rubio abordará temas relacionados con la cooperación en seguridad, desarrollo económico y estrategias para mitigar la migración hacia el norte. Esta visita, además, subraya el compromiso del gobierno estadounidense con la región y su interés por reforzar alianzas estratégicas en puntos clave como el Canal de Panamá y Centroamérica.
Rubio, quien habla español con fluidez y tiene una trayectoria destacada en asuntos relacionados con América Latina, busca consolidar la influencia de Estados Unidos en el hemisferio, tras años de lo que describe como desatención por parte de administraciones previas. Su designación como secretario de Estado también ha sido interpretada como un gesto hacia el electorado hispano, un grupo que mostró un respaldo notable a Trump en las últimas elecciones.
El Salvador, en particular, representa un punto estratégico en la agenda del secretario Rubio, debido a su posición geopolítica y su papel en el fenómeno migratorio. La visita podría abrir nuevas oportunidades de cooperación bilateral, así como fortalecer las relaciones en un contexto de cambios en la política exterior estadounidense.