El Salvador ha experimentado una notable disminución de homicidios en los últimos años, pasando de 103 homicidios por cada 100,000 habitantes en 2015 a 1.15 en 2025. Esta reducción histórica es el resultado de las medidas implementadas por el gobierno en su lucha contra la criminalidad.
El presidente Nayib Bukele calificó las acciones como «la operación anti-crimen más grande de la historia mundial». En 2016, la tasa de homicidios fue de 81.0, en 2017 de 60.2, y en 2018 de 50.4, con una reducción continua en los años siguientes. En 2019, la cifra llegó a 35.8, en 2020 a 21.2, en 2021 a 18.1, en 2022 a 7.8, y en 2023 a 2.4, evidenciando la efectividad de las políticas de seguridad implementadas.
La disminución de homicidios en El Salvador ha sido considerada un logro significativo en la región y se ha convertido en un referente en términos de políticas públicas para la seguridad.