Otra vez contento, pero no satisfecho. Hernán “El Bolillo” Gómez salió con una sonrisa del estadio Cuscatlán, tras el empate a uno con Surinam, con el que terminaron sellando el pase a la última fase de la Eliminatoria mundialista de Concacaf. Sin embargo, el ambiente en el Monumental terminó siendo hostil para la Selección, pues la afición abucheó a la “Azul y Blanco” y aplaudiendo a los caribeños.
“Nosotros somos un equipo que estamos en construcción y enfrentamos a un rival de mucho trabajo. Todos sus muchachos juegan en Europa y al final los controlamos de la mejor manera. Si nosotros no controlamos eso, el partido se hubiera perdido. Se hizo un trabajo en el segundo tiempo típico de la eliminatoria… Esto es como mi séptima u octava eliminatoria. Y así se juega la eliminatoria, sacando resultados y clasificando. Entonces, en el camerino la gente está muy contenta, está feliz por haber clasificado. Y seguro que muchos salvadoreños también están felices por haber clasificado. Llevamos pocos días, pero hemos hecho un buen trabajo”, comentó el seleccionador de la Selecta.
Añadió el DT que no se siente mal con la actitud de los aficionados: “yo pensé que íbamos a estar tirando pólvora y felices porque pasamos una ronda ya más importante, eliminatoria. Yo no me voy a poner a pelear con la gente, estoy muy contento acá, en la calle me tratan muy bien, muy querida y muy decente la gente en El Salvador conmigo, menos en el estadio”.
Bolillo reconoció que se equivocó con el planteamiento del partido: “nos metimos una equivocada grande en el planteamiento del partido. El inicio del partido de nosotros fue de ir a presionar un equipo europeo por tener la necesidad de querer ir a sacar un resultado. Un equipo que juega en velocidad a uno y dos toques, que gana los duelos y nosotros dándole espacio y estirándonos porque íbamos a ir a buscar el partido. Si nosotros no retrocedemos, si no retrocedemos la línea y reducimos espacios, el resultado hubiese sido abultado a favor de ellos”.
Ahora la Selección se queda a la espera del sorteo que definirá los grupos para la última fase de la clasificación, que otorga los tres boletos directos al Mundial del 2026 y los dos repechajes. Sobre que rivales espera, el técnico Gómez comentó “ahí si, que sea lo que Dios quiera”.
Luego de este partido, ahora la Selección comienza a planificar su participación en Copa Oro, dónde el martes 17 de junio debutan contra Curazao, como parte del grupo B dónde también están Honduras y Canadá.